Las festividades cristianas están basadas en la tradición pre-hispánica del Taki (significa "cantar y bailar", en Quechua) dedicadas en pagos a los dioses.
Las celebraciones abarcan programas exquisitos, los cuales incluyen desfiles, danzas, procesiones, peregrinaciones, cenas, manualidades y ferias agrícolas y otros eventos que libremente alternan con la sensualidad y la espiritualidad, un círculo ordenado y desordenado a la vez, el pasado y el futuro.
Las festividades del Cusco forman un radiante arco iris, sus colores brindan juntos sonidos, sabores, texturas, esencias y un sentido vigoroso del teatro vivo para reinventar la historia y producir una síntesis del hombre y la tierra
