lunes, 12 de diciembre de 2011


Corpus Christi en Cusco – día central

fiesta religiosa se celebra a los sesenta días del domingo de resurrección. Después de la llamada “entrada de Corpus” (miércoles), inicio del Corpus Christi, en el cual los santos y vírgenes llegaron en espectaculares procesiones a la catedral. El día jueves, es el “día central”, donde los hijos de la ciudad imperial se aglomeran con turistas que vienen a visitar de todas partes del mundo y unidos por la  fe van a “saludar” al cuerpo de Cristo (culto a la Eucaristía).
Corpus Christi día central  Cusco
Corpus Christi día central – Cusco

Cuenta la historia, que antiguamente en el imperio del Tawantinsuyo, los naturales veneraban y sacaban en procesión a sus restos (momias) y cuando los europeos (españoles) llegaron al cusco se asombraron al darse cuenta que éstas personas autóctonas realizaban fiestas paganas, por lo cual decidieron acabar y reemplazar por imágenes de vírgenes y santos. Hoy en día, estas fiestas tienen celebraciones con matices andinos, subsiste su folklore, sus danzas, música, trajes típicos, bebidas,  gastronomía, etc.
procesion corpus christi
Imágenes concentradas en el atrio de la catedral
Después de pernoctar en la catedral, por la mañana, hay mucha actividad dentro de la catedral, después de escuchar misas, las imágenes salen al atrio, posicionándose uno al costado del otro, pareciera estas en una exhibición de modas, lucen sus mejores trajes de gala, sus andas pesadas relucen al sol, mientras que los mayordomos, hermandades y cargadores esperan bien uniformados. Allí se concentran hasta aproximadamente las 10.30 de la mañana. El arzobispado es el responsable de celebrar la solemne misa pontifical o Te-deum.
Carroza de plata – corpus crhisti
Carroza de plata – ver custodia de oro
Terminada la acción litúrgica (11.00 a.m.), se inicia la gran procesión de las imágenes, los fieles acompañan y otros quedan pasmados por la magnitud de este acontecimiento religioso. Preside esta procesión la “Carroza de plata” (sobre un vehículo), donde se halla la famosa conocida: “Custodia” de oro, siguen a ésta, autoridades eclesiásticas y civiles, delegaciones de instituciones educativas, seguido por los santos y vírgenes, encabeza: “San Antonio”, seguido por “San Jerónimo”, así en el orden acostumbrado, cada uno con sus comparsas, presididos por el sacerdote, mayordomos, etc.
Patron San Sebastian
Patrón San Sebastián
Las imágenes están sostenidas sobre pesadas andas que son cargados por diferentes hermandades que se alternan y descansan en unos altares instalados en algunos lugares como en la Compañía de Jesús, acompañan bandas de músicos, cánticos y rezos, seguido por comparsas de danzarines, es maravilloso ver este espectáculo. Terminada la procesión, los santos regresan a la catedral, allí permanecerán siete días, el octavo día llamada: “octava de Corpus”, los santos vuelven a salir en procesión y retornan a sus respectivas parroquias, donde permanecerán hasta el próximo año. Este hecho también es otro gran espectáculo.
Altares corpus christi
Altares instalados para la oración
El Corpus Christi es una celebridad tradicional donde se sirve el plato popular el: “chiri uchu”, así como frutas de la temporada: granada, achira, caña, coco, granadilla, chirimoya, entre otros. Para los turistas extranjeros es una excelente ocasión para conocer la cultura del Cusco Perú.

historia

Historia

A mediados del Isiglo XVI un poeta de la colonia pronunció maravillado frente a la magnificiencia de la plaza de la Catedral del Cuzco en la procesión del
Sin forzar mucho la imaginación, nosotros a inicios del siglo XXI podemos transmitir, quizá con menos talento literario, la misma sensación que provocó en el poeta el color festivo del Ande y la santidad cristiana del Señor, en una ceremonia instaurada por el virrey Francisco de Toledo (1569-1581) en 1572, que gobernó el Perú durante el reinado de Felipe II (1556-1598) de la Casa de Austria.

Desde entonces, en todo el país se celebra esta fiesta sacramental del cuerpo y la sangre de Cristo, pero en ningún lugar como en el Cuzco se siente una fuerza de contrastes tan notoria, aderezada por la majestuosidad intrínseca de la Ciudad Imperial. Y es que la celebración cristiana por antonomasia cobra allí carácter popular, y en ese tráfago de gente y costumbres, la mística, la música andina y la reciprocidad andina se funden en una sola masa de vida y trascendencia espiritual.

Muchas veces nos hemos preguntado cómo habría sido la celebración cuzqueña en tiempos de la conquista, y sin duda podemos concordar en que fueron fiestas de diferente índolereligioso, pues en ese tiempo aún se veneraba a numerosos mallquis o momias de los antepasados e inkas; pero que con la llegada de los españoles y los extirpadores de idolatrías se se adoptaron vírgenes, santos, no santos(caso de Santiago) y el santísimo sacramento. Una forma visual de conocer algo de ese sincretismo ritual es mediante una pintura de la época en que, como una antesala de toda la ceremonia, se muestra un gran cuadro que mestra en ella a Cristo y los apóstoles, en el medio un plato típico El cuy al horno, protagonizan el pasaje evangélico de la Última Cena.

Dicen muchos autores que esta "puesta en escena" tenía un propósito didáctico: explicar, sencilla y directamente el motivo central del Corpus Christi: la Eucaristía entendida como presencia divina viva y actual.

Como una preparación que se anticipa al Inti Raymi (que se celebra el 24 de junio), la referida ceremonia cristiana tiene en el Cuzco una fuerte marca de síntesis cultural de lo hispano y lo andino, en un mestizaje típico de la región sureña del Perú.

Por eso se trata precisamente de una fiesta religiosa que involucra al colectivo, sin discriminaciones, pues el pueblo concurre masivamente; se realiza el sexagésimo jueves posterior al domingo de Pascua de Resurrección, cuando se conmemora la institución de la Eucaristía en la Última Cena. El día central se festeja alrededor del 3 de junio.

En la Ciudad Imperial los feligreses se reúnen desde la mañana para la "Subida de Corpus" llevando por las imágenes de sus principales patronos al Templo de Santa Clara, en donde los ubican en las naves laterales. Allí, uno frente al otro, los santos esperan el día siguiente para acompañar al dñia siguiente en procesión las andas centrales que llevarán al tayta (señor) Jesúscristo.

La fiesta del "Corpus Christi" es democrática, puesto que allí concurren todos los credos, pensamientos, clases sociales, ect. La muchedumbre de creyentes vive intensamente la reunión de sus santos, los mayordomos correspondientes preparan a sus santos y vírgenes con hermosos bordados de oro, para su salida y encuentro con el pueblo.

[editar] Actividades tradicionales


A esto se suma la competición de bandas y comparsas de músicos de cada barrio, los cuales tocan para sus respectivas danzas a contrapunto de las otras, viviendo su tradicional fiesta. En la plazoleta de San Francisco, la venta de platos típicos aumenta, como la del chiriuchu (picante frío). Es el "plato de fondo" durante la esperada procesión.

La ceremonia impresiona, pues entre otros elementos religiosos que adornan al Señor, destaca la Custodia de la Catedral: una pieza de oro y plata en la que se exhibe la hostia consagrada. El pelícano de la Custodia simboliza el amor de Jesús por los hombres, ya que el ave brinda a sus crías la sangre de su propio corazón. Luego de la misa en la entrada de la Catedral a cargo del arzobispo, algunos creyentes prefieren quedarse adentro rezándole a sus santos patrones. Al mediodía se da inicio a la marcha el Corpus Christi en carroza de plata. Detrás de ella, en fila ordenada, le acompañan las otras imágenes religiosas en su paseo lento por toda la plaza. Por la tarde se imparte la bendición antes de su ingreso en la catedral. El contraste es notorio entre la algarabía de la noche y la madrugada, y la contrición de la mañana, en donde cunde las estoicas melodías del rito cristiano-andino.

Ya por la tarde, alrededor de las cuatro, todas las representaciones e incluso el Cristo entran en la catedral, donde descansarán una semana hasta la "Octava de Corpus", no sin antes impartir la bendición hacia los fieles. Y la fiesta se renueva hasta entonces, llegada "la octava" de Corpus Christi, la fiesta vuelve a cobrar ese misticismo en companía de las diferentes danzas como "mestiza qoyacha", "contradanza", "Capaq qoya" y los infaltables chauchos, qollas, pabluchas o ukukus (hombres osos) que simbolizan diversos personajes míticos que haciendo sus ocurrencias divierten a la gente haciendo lo suyo seguros, muy seguros de que el "Apu" (señor) Jesucristo los acogerá igual que a cualquier creyente: sanos y limpios de corazón, hasta el próximo año.
La festividad del Corpus Christi del Cusco fue declarado patrimonio cultural de la nación peruana el 08 de agosto del 2004, ésta declaratoria manifiesta que esta festividad es una de las expresiones más relevantes de la cultura peruana y que contribuye a la identidad nacional.